jueves, 2 de octubre de 2014

Carta del jefe de una tribu indigena al jefe de otra tribu indigena

(Supongamos acá que miembros de tribus indígenas podían comunicarse con cartas escritas en castellano, sobre le modelo actual de carta...)

Estimado:

Nunca vas a creer lo que tengo que contarte. Tuvimos una visita asombrosa. Volvíamos de cazar, con un jabalí adulto bien gordo; llegamos al pueblo muy contentos e íbamos a anunciarlo a nuestras mujeres e hijas. Pero todas estaban encerradas en la casa. Sentimos el peligro cuando vimos, rodeando el pueblo, unos seres desconocidos. No podian ser animales, pero tampoco eran hombres comunes. Tenían forma humana, pero algunos estaban cargados por unas criaturas muy grandes y nerviosas. Llevaban palos de los cuales salía fuego, y un ruido parecido al trueno. Estaban muy cubiertos, hasta que casi no se veía su piel blanca como el cielo de lluvia. Nos presentamos, y el viejo nos contó la leyenda de los dioses viniendo del mar. Nos pusimos todos de acuerdo; esas criaturas no pueden ser sino celestas. Entonces les dimos todo lo que teníamos para dar: les dimos el jabalí para que lo comieran, y a cada uno les dimos conchas, plumas y piedras preciosas. La venida de estos dioses a nuestro pueblo es un presagio, ¿pero de qué? Eso nos falta descubrir...

Atentamente. Tu amigo.

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